Hace ya tiempo que sabemos que el grupo es algo diferente a la suma de los individuos que lo componen. El juego desplegado por un equipo de fútbol no depende sólo de las habilidades individuales de cada uno de los jugadores. De ahí que resulte un hecho contrastable que muchos jugadores fracasan o triunfan al cambiar de equipo de fútbol. Un jugador puede desarrollar un rendimiento en un equipo y el año siguiente desarrollar otro totalmente distinto en otro.
Existen factores y procesos que intervienen en el juego, que en buena medida dependen de la estructura y de los procesos grupales del equipo.
Acertar en el sistema de juego del fútbol en función de los jugadores y del terreno, la adecuación de cada uno con el rol que se le ha asigna, la complementariedad de las funciones pueden hacer que elequipo que juegue mejor no sea el equipo que tenga los mejores jugadores, sino el que sabe jugar mejor en equipo.
Un equipo de fútbol debe ser un grupo. Para serlo debe tener metas, aspiraciones y características distintas a las de cada uno de los integrantes. Primar el colectivo sobre lo individual y competir en conjunto tanto dentro del campo como fuera. El grupo puede aumentar la conformidad, la obediencia, la tenacidad, la motivación y otras muchas conductas que los jugadores no exhibirían de forma aislada en otro equipo.
Del mismo modo, el rendimiento individual cambia en función de las situaciones grupales. Por ello el rendimiento de un deportista cambiaría en función del grupo en el que se encuentre. Los grupos marcan la diferencia aparte del juego o cualquiera de las formas de interpretar los diferentes estilos de juego o el nivel de los jugadores. El entrenador al fichar debe tener este aspecto en cuenta no solo su nivel técnico-táctico, el cómo se adaptará al juego y, lo más importante, cómo se adapta al grupo. En un equipo de fútbol el ego personal se debe adaptar al equipo y no al revés.
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